Con un aumento de 45% en tres etapas la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) cerró ayer la principal paritaria hasta ahora del sector privado y marcó así una pauta de referencia cinco puntos por encima de la que impulsa el Gobierno para la ronda de negociaciones salariales de este año. El gremio que lidera Antonio Caló pactó con las cámaras empresarias, además, una revisión de las metas en noviembre próximo para cotejar contra la inflación acumulada hasta entonces. El número, de todos modos, parece conservador si se lo compara con las previsiones inflacionarias de las consultoras que releva el Banco Central, que sitúan el alza de precios para este año en torno del 55 por ciento y con la sombra de la guerra en Ucrania como atizador.
El cierre es clave para el desenvolvimiento del resto de las discusiones salariales en el ámbito privado y también con vistas a la reunión hoy del Consejo del Salario, adonde el Ejecutivo espera sugerir su pauta de 40% de aumento para los próximos meses con criterios de reevaluación permanentes, tal como adelantó este diario. Ya la paritaria nacional docente había fijado un 45,5% para este año pero en ese caso la explicación de los funcionarios nacionales fue que el cierre de 2021 había dejado un desfasaje respecto de la inflación de alrededor de un punto y que a ese valor había que sumarle otros cuatro de recuperación efectiva del poder adquisitivo.
La suba para los operarios de la UOM se fijó con un primer tramo de 18% con los sueldos de abril; otro de 15%, con los de julio, y el último de 12 por ciento con los de octubre. El Ingreso Mínimo Global de Referencia, un ítem que marca el piso salarial por debajo del cual ningún trabajador puede desempeñarse en el sector formal del rubro metalúrgico, subirá en la misma proporción del sueldo de los actuales 66.088 pesos a $ 95.828 en octubre próximo. El acuerdo se firmó en instancia privada, sin pasar por el Ministerio de Trabajo, entre el gremio y las cámaras empresarias Adimra (la que nuclea a la mayor cantidad de fábricas), Fedehogar (artículos para el hogar), Afarte (terminales electrónicas de Tierra del Fuego), Camima (pyme), Caiama (aluminio) y AFAC (autopartes).
Uno de los puntos del entendimiento prevé que para las empresas en situación de crisis, contempladas en los programas de Recuperación Productiva (Repro) o de Emergencia Ocupacional, en los Procedimientos Preventivos de Crisis (PPC) o con dificultades y suspensiones de personal, los postulados del ajuste podrán adecuarse en función de diálogos puntuales con la respectiva seccional y representación de base del gremio en cada establecimiento.
La definición en la paritaria llegó pocos días después de cerradas las elecciones en las filiales de todo el país de la UOM con la reelección de buena parte de los secretarios generales locales y la excepción de Quilmes, adonde Francisco “Barba” Gutiérrez fue derrotado tras 38 años de mandato. Otras novedades que dejó ese proceso fueron la continuidad de Daniel Daporta en la filial Avellaneda, la de mayor volumen en todo el país y responsable por tradición de ubicar al secretario adjunto de la UOM nacional, a pesar de las objeciones de la Junta Electoral que responde a Antonio Caló. La semana que viene Caló someterá a votación de los secretarios generales de todo el país su continuidad como líder nacional del gremio.
La ronda de negociaciones de este año arrancó a fin de 2021 con el temprano acuerdo de la federación de aceiteros por una suba salarial de 39%; siguió con un arreglo de transición de la Asociación Bancaria con las entidades financieras por un monto fijo por enero y febrero, para retomar el diálogo en marzo, y tuvo su hito hasta ahora con la paritaria docente. A continuación se esperan definiciones en otras discusiones de gran volumen de trabajadores como la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y Comercio (Faecys), y en los meses siguientes en otras como Alimentación, Sanidad y Camioneros.