Los salarios de los empleados domésticos pueden depositarse en el banco, en cuentas sueldo gratuitas. Así lo permite una disposición del Banco Central que entró en vigencia a fines del año pasado y a la que los bancos están adhiriendo de a poco.
La medida busca fomentar la bancarización y no tiene costo ni para el empleador ni para la empleada doméstica. Por supuesto, el trabajador o trabajadora debe estar registrado. Ocurre que, a pesar de que muchas familias blanquearon la relación laboral con sus empleados domésticos gracias a una disposición que permite deducir esas remuneraciones del impuesto a las Ganancias, la gran mayoría de las transacciones regularizadas sigue haciéndose en efectivo.
En rigor, siempre se permitió que una persona transfiera dinero a la cuenta bancaria de otra. Pero, en la práctica, los bancos consideraban que un empleador es una persona jurídica y no una persona física. Por lo tanto, no registraban la caja de ahorros del empleado que recibía el depósito como cuenta sueldo. Es lo que comienza a ocurrir de ahora en más.
El Banco Central sugirió a los bancos desarrollar el concepto "haberes" en el menú del homebanking destinado a individuos que transfieren dinero a cuentas de terceros. Esto se lo permitían solo a las empresas. Las personas físicas debían acudir a la opción "varios". Pero una vez que el banco detecta que una transferencia de una persona a otra bajo el concepto de "haberes" se repite dos meses seguidos y se vuelve habitual, convierte automáticamente la caja de ahorros de la persona que recibe el pago en una cuenta sueldo.
La caja de ahorro básica y la cuenta sueldo son gratuitas, pero esta última tiene más beneficios, como la posibilidad de retirar dinero de cualquier cajero de cualquier banco y con cantidad ilimitada de extracciones (siempre dentro de los topes diarios) sin pagar comisiones.
Recomendaciones
La empleada doméstica puede abrir su cuenta sueldo con el recibo. También puede abrirla el empleador, aunque deberá presentar en el banco la documentación que acredita la relación laboral ante la AFIP. Para la empleada, el trámite es más sencillo. También puede abrir una caja de ahorro gratuita, que luego se convertirá en cuenta sueldo.
Como los bancos no están obligados a sumarse a la iniciativa, conviene verificar en el homebanking de la entidad con la que se opera habitualmente si tiene la opción de transferir dinero para el pago de haberes.
Es mejor realizar la transferencia desde una caja de ahorros a otra y no desde una cuenta corriente. Eso evitará descuentos por el impuesto al cheque, Ingresos Brutos y otros tributos.
La apertura de la cuenta bancaria y la transferencia no traerá costos adicionales para el empleador ni gastos o deducciones a la empleada. Y es una manera de evitar el manejo de efectivo. Sobre todo, si la empleada cobra su salario de forma mensual.