La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) avanzó con la instrumentación de las modificaciones referidas a las alícuotas para los dividendos y utilidades del Impuesto a las Ganancias Sociedades introducidas por la Ley 27.630, a través de la Resolución General 5060/2021, publicada en el Boletín Oficial.
La nueva alícuota del 7% establecida por el Congreso comenzará a regir para el período fiscal 2021.
La RG determinó el procedimiento para el ingreso de la retención del Impuesto a las Ganancias derivada del pago o puesta disposición de dividendos y utilidades, e instrumentó el cambio de la alícuota prevista en la normativa anterior, del 13% al 7 por ciento.
Las modificaciones son aplicables sobre los dividendos y utilidades pagados o puestos a disposición de personas humanas y sucesiones indivisas residentes en el país y beneficiarios del exterior, siempre que éstos se hayan generado en períodos fiscales que se inicien a partir del 1 de enero de 2018.
La Ley 27.630 del impuesto a las Ganancias de sociedades profundiza la progresividad del impuesto al contar con un esquema diferenciado de alícuotas de acuerdo al tramo de ganancia de la empresa.
Además, estableció una alícuota sobre distribución de dividendos de 7% para todas las empresas, que es lo que ahora se instrumenta.
Impuestos en la mira
Los cambios se producen en un momento clave, ya que, el margen para aumentar impuestos a las empresas ya se agotó hace tiempo.
"Un informe estadístico del Banco Mundial que compara cargas impositiva para distintos países registró que en la Argentina para que una empresa se lleven $100 de utilidades, previamente tienen que pagar a los Estados nacional, provincial y municipal $106. O sea, se paga en impuestos el equivalente al 106% de lo que se gana. En esa escala el país está en penúltimo lugar en términos de mejor lugar para hacer negocios. El promedio en la OCDE es 45% y en Brasil el 65%, por dar algunos ejemplos", dijo César Litvin de Lisicki, Litvin & Asociados.
La Argentina está catalogada como uno de los países en los que más impuestos pagan las empresas, a contramano de lo que están haciendo otros países y de lo que necesita Argentina que es seducir inversiones. El mundo adecúa su sistema tributario para atraer inversiones y compite por ese lado.
Por otro lado, expertos sostienen que lo que tendría que hacer el Estado es luchar contra la evasión. Los principios de progresividad están muy bien, pero no se puede subir la carga impositiva al infinito.
Por último, también se sostiene que la discusión no es sobre aumentar o bajar la carga impositiva sino buscar cuál es ese nivel de recaudación que es compatible con el desarrollo económico. Un sistema progresivo es un sistema que no tiene distorsiones y, en ese sentido, estás trabajando desde el punto de vista de la equidad. El que más tiene, más paga. Pero el punto no es ese, sino qué nivel de carga tributaria se define.