A partir del 1 de enero próximo las empresas que inicien sus ejercicios desde esa fecha van a empezar a tributar una alícuota del Impuesto a las Ganancias del 25% debido a que volverá a regir el cronograma de reducción aprobado por el Congreso en la Reforma Tributaria del 2017.
En diciembre de 2017 el Congreso aprobó la ley 27.430 de Reforma Tributaria, que establecía un cronograma de reducción de rebaja de la alícuota del tributo. Era una de las medidas prometidas por el entonces gobierno de Mauricio Macri a los empresarios. La modificación fue pensada por el exministro de Hacienda Nicolás Dujovne.
El piso para el pago del Impuesto a las Ganancias subirá 35,38% a partir de enero de 2021 para todo el año, a partir de la publicación del índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) de octubre que se utiliza para decidir los incrementos.
De esta manera, un empleado soltero que gane más de $74.810 netos al mes comenzará a tributar este impuesto, mientras que un empleado casado con dos hijos lo hará a partir de los 98.963,20 pesos.
Estos umbrales podrán modificarse, de contar los contribuyentes con algún tipo de deducciones familiares que se puedan realizar.
Esta actualización se encuentra casi 10 puntos porcentuales por debajo de la establecida para 2020, la cual fue de 44,28%, y que llevó a los empleados solteros a tributar a partir de un neto de $55.261 al mes, mientras que para los casados el umbral de pago se elevó a $64.415 con un hijo, y a $73.014 pesos si tenían dos.
A partir de 2021, un soltero sin hijos pagará ganancias a partir de un sueldo bruto de $90.135 (neto antes de ganancias de $74.812); y un casado con dos hijos y esposa que trabaja (con sueldo neto superior a $12.898) lo hará a partir de un sueldo bruto de $104.748 (neto antes de ganancias de $86.941), mientras que un empleado con esposa sin ingresos (o sueldo neto menor a $12.898) deberá hacerlo a partir de un sueldo bruto de $119.236 (neto antes de ganancias de $98.996).