El gobierno de Luis Lacalle Pou estaría preparando una serie de medidas con el objetivo de atraer a extranjeros que se quieran radicar en Uruguay.
La decisión del ejecutivo uruguayo podría ejecutarse a través de un decreto en el que se modificarán los requisitos para obtener la residencia fiscal, de acuerdo con información del diario local, El Observador.
A partir de que se difundieran las intenciones de Lacalle Pou, varios medios dieron cuenta de una oleada de consultas sobre la posibilidad por parte de ciudadanos argentinos. Entre otras cosas, aumentaron las consultas en los colegios de Punta del Este.
Según la misma fuente, el objetivo es reactivar algunos sectores de la economía a partir de atraer argentinos de alto poder adquisitivo.
Entre las medidas que podrían ser adoptadas, señala el medio uruguayo, una sería la de reducir significativamente el patrimonio requerido para radicarse en el país, de u$s1,7 millones a 500.000 dólares.
También se podrá obtener la residencia fiscal después de vivir un mínimo de 183 días en el país, por tener allí familiares cercanos, tras demostrar que al menos la mitad de los ingresos se generan allí, entre otras modificaciones.
Además, Uruguay ofrece a los extranjeros que se quieran instalar en el país lo que se conoce como una "vacación fiscal" de cinco años, en los que no se deben pagar impuestos.
Además, superado ese plazo, no se paga Impuesto al Patrimonio (el impuesto a los bienes personales uruguayo) por activos en el exterior y se paga un impuesto a la renta reducido por ganancias generadas por los mismos (12%).
Por otro lado, el sistema tributario uruguayo conserva algunos aspectos de los sistemas impositivos que cobran impuestos solo por ingresos de fuente local y, cuando esto no resulta de aplicación, las alícuotas del IRPF (el impuesto a las ganancias) si bien son similares a las que existen en Argentina parten de un mínimo no imponible más alto.
El Impuesto a las grandes fortunas dispara las consultas para radicarse en Uruguay
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, descartó que el oficialismo esté pensando en bajar de 200 millones de pesos a 150 millones la base a partir de la cual se aplicará el impuesto a las grandes fortunas para contribuir a la lucha contra la pandemia.
Si bien en los últimos días trascendió que había un debate interno en el Frente de Todos, Heller desechó que se esté evaluando esa modificación y ratificó, en diálogo con Diputados TV, que el piso estipulado en el proyecto de ley será de 200 millones de pesos.
"El número de 200 millones no es un número arbitrario. Nos permite circunscribir el gravamen a unas 12.000 personas humanas. Si lo bajáramos a 150 millones, como leí en alguna publicación, estaríamos incorporando 20.000 personas más, es decir alcanzaría a más de 30.000, y según nuestros números, el aumento del potencial recaudatorio no está en proporción a la cantidad de gente, por eso hicimos esa raya", explicó.
Por esa razón, el diputado reiteró que no se puso "un número caprichoso" sino que se trató de encontrar "un punto de equilibrio entre la menor cantidad de gente alcanzada y la mayor cantidad de dinero a recaudar".
Además, el porteño confirmó que el cálculo se hará según las declaraciones juradas de las personas alcanzadas, y que las alícuotas serán escalonadas.