El ministro de Economía, Axel Kicillof, prevé prorrogar el blanqueo de capitales cuyo vencimiento se operará el próximo 1 de enero.
Esta decisión se adoptaría en función de la importancia que asigna el equipo económico a la recomposición de las reservas en divisas. El mecanismo de exteriorización de capitales se lanzó el primero de julio último y ya fue prorrogado en octubre.
El Palacio de Hacienda se encuentra analizando las características que tendría esta prórroga y se contempla la posibilidad de mejorar los instrumentos para hacerlos más atractivos, señala Ámbito.com.
En virtud de la marcada reducción en el nivel de las reservas del Banco Central, las autoridades adoptaron una serie de resoluciones orientadas a apuntalar los activos externos, tras la caída cercana a los u$s12.000 millones registrada en los últimos doce meses y que llevaron a que en el Central hoy haya unos u$s30.700 millones.
Una de las primeras fue precisamente el blanqueo, considerado por los especialistas tributarios como uno de los más amplios posibles, por las facilidades otorgadas por el Gobierno para traer capitales.
Esta decisión fue seguida por otras igualmente dirigidas a captar dólares. En este marco se inscriben los acuerdos con empresas que mantenían litigios con el país en el CIADI -para tender a regularizar las relaciones con los acreedores externos-.
Asimismo, las gestiones referidas a la normalización de la deuda externa argentina impaga, el entendimiento con la petrolera Repsol por la expropiación de la parte que la compañía española tenía en YPF y, más recientemente, el acuerdo con compañías cerealeras para que ingresen 1.900 millones de dólares correspondientes a las compras de la próxima cosecha.
Cabe recordar que la medida contempla la suscripción de dos instrumentos. Unos son los Cedin, es decir certificados que se otorgan a quienes ingresan divisas no declaradas al sistema financiero y que pueden ser aplicados a la compra de inmuebles. El otro son los BAADE, que pueden ser suscriptos con fondos tanto declarados como no, con destino a inversiones en infraestructura y productivos, rinden 4% anual y vencen en 2016. El 1 de noviembre, el Gobierno amplió la emisión de estos títulos en 1.000 millones de dólares.
En el primer tramo del blanqueo se regularizaron 341 millones de dólares mediante la presentación de 8.046 operaciones, de acuerdo con lo informado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esta cifra resultó inferior a la estimada por analistas privados que consideraron necesario un ingreso unas diez veces superior para que la medida pudiera considerarse exitosa.
Durante la prórroga, el Gobierno se esforzó por lograr que grupos empresarios suscribieran Baade y así fue que circuló la información sobre un ingreso de 500 millones de dólares por parte de la petrolera Bridas, para ser invertidos en el yacimiento de recursos energéticos no convencionales de Vaca Muerta. También fueron convocadas entidades financieras que habrían aportado unos u$s100 millones. No obstante, las cifras definitivas de lo recaudado hasta el momento no se conocen.