Fernanda Vallejos, economista de la Gran Makro, destacó que las declaraciones de Héctor Méndez, titular de la UIA, respecto de que el Estado debe absorver el costo fiscal en una eventual modificación del Impuesto a las Ganancias, "demuestran que se exige sólo esfuerzo al sector público cuando, en realidad, el esfuerzo debe ser compartido entre éste y el sector privado".
Para la economista, "si solo el Estado absorbe los costos, en la práctica se vuelve a instalar la idea que instalaron siempre los sectores acomodados: la práctica del ajuste".
"Lo paradójico del asunto es que los mismos que piden esta modificación lo hacen en nombre de supuestamente, una mayor justicia tributaria pero la solución propuesta deriva en todo lo contrario", explicó la especialista.
En la misma línea, recordó que "es a través del gasto del Estado, que se propone recortar, por donde se atiende a los sectores más vulnerables de la sociedad".
Y ejemplificó con los que "aún no han podido incorporarse al mercado de trabajo, y los que están lejos de tener ingresos por montos en los que ni siquiera alcanzan al mínimo por el que se tributa el impuesto en cuestión".
Por este motivo, Vallejos se preguntó si "¿hay entonces una verdadera vocación de avanzar en una estructura tributaria más justa, más progresiva, o se trata de una excusa para debilitar al Estado?".
La economista dijo que expresiones como la de Méndez, quien manifestó que "a los trabajadores hay que sacarles el Impuesto a las Ganancias, mientras no lo pague yo"; o las del titular de Fiat, Cristiano Rattazi, quien sostuvo que "los empresarios la cuenta no la pueden pagar, por lo menos los que exportan”, en el fondo demuestran "que es más fácil decir que hacer".
"Sobre todo cuando el hacer implica contribuir efectiva y materialmente a la solución", dijo la economista.
Vallejos agregó que "avanzar hacia la mayor progresividad del sistema impositivo implica afectar intereses, los de aquellos sectores que concentran las mayores porciones de riqueza y capturan el mayor porcentaje de los ingresos".
"Es decir, una reforma no es inocua, y los intereses afectados no se han caracterizado, a lo largo de la historia, por su sensibilidad social y sentido de la solidaridad entre clases, sino más bien por la más rabiosa defensa del statu quo que los tiene por beneficiarios", destacó.
En ese marco volvió a invitar, en nombre de los economistas de la Gran Makro, a un "profundo debate nacional" a los "referentes económicos de los distintos sectores" a fin de que "sinceren sus intereses y podamos contribuir entre todos, desde la acción, a generar una sociedad más justa y con mayor crecimiento".