Si los legisladores opositores logran aprobar la iniciativa que propone una suba del 47% en el piso a partir del cual se paga el Impuesto a las Ganancias, el peso del tributo se reducirá de acuerdo al nivel de ingresos de cada empleado.
El proyecto de ley, impulsado desde la Coalición Cívica (CC), que será tratado en el recinto –de conseguir el quórum necesario- eleva a $13.300 el mínimo no imponible del impuesto; a $14.700 el monto a descontar por cónyuge y a $7.400 el valor a computar por cada hijo menor de 24 años.
Por lo tanto, la iniciativa llevaría a $6.131 el piso salarial mínimo mensual a partir del cual un trabajador soltero sin hijos soportaría esta carga impositiva.
En el caso de tratarse de un empleado casado con dos hijos, el valor mínimo mensual pasaría a $8.400. Para acceder al texto completo de la iniciativa haga clic aquí.
Alfonso Prat-Gay, diputado de la CC e impulsor del proyecto, defendió la propuesta parlamentaria: "No creemos que esta medida genere un costo fiscal al Estado; lo que pretendemos es evitar un aumento de los impuestos -que no corresponde- que se da por la dinámica propia de la inflación, que el Gobierno no combate".
Impacto en el bolsillo
Marcos Goshi, miembro del estudio Lisicki, Litvin & Asociados, puntualizó el impacto en el ingreso de bolsillo de acuerdo al nivel de ingresos de cada empleado.
Para obtener los resultados, se confrontaron los valores previstos en la referida iniciativa contra los montos que surgen del último incremento, que ya fue implementado y reglamentado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en julio pasado.
Vale mencionar que aún resta que la mencionada suba adquiera validez legal mediante la aprobación de la Ley de Presupuesto 2011 que prevé el incremento en su articulado.
Respecto a los nuevos pisos de tributación, Goshi explicó que un trabajador soltero con un sueldo neto mensual de $6.131, se ahorraría $1.888 anuales ya que dejaría de pagar el gravamen.
De igual manera, un asalariado casado con dos hijos que gane $8.400 al mes se vería beneficiado con un monto extra anual de 2.786 pesos.
Avanzando en la escala salarial, de tratarse de un sueldo neto mensual de $7.000; el ahorro anual pasaría a $2.806 para solteros y $392 para casados con dos hijos.
Asimismo, Goshi explicó que ante un salario (neto mensual) de $8.500, el ahorro anual equivaldría a $3.924 en el caso de solteros y $2.916 para casados con hijos.
Respecto a los dependientes que ganan $12.000, el tributarista agregó que el alivio anual se ubicaría en $3.968 (solteros) y $4.536 (casados).
De tratarse de un sueldo de $10.000, el ahorro por año sería de $4.218 (solteros) y $4.821 (casados con dos hijos).
A su vez, para un salario de $12.500 el alivio al año sería de $5.001 para trabajadores solteros y 5.823 para empleados casados con dos hijos.
En igual sentido, Goshi sostuvo que ante un ingreso de $15.000, el ahorro anual pasaría a ser de $5.783 y $6.826, para solteros y casados con dos hijos, respectivamente.
Reforma incompleta
Si bien el alivio propuesto por los legisladores de la CC es aún más amplio que el otorgado por el Gobierno nacional en julio pasado, expertos consultados por iProfesional.com consideran que el proyecto de reforma que se encuentra en el Congreso no es completo.
Desde PricewaterhouseCoopers (PWC), Andrés Edelstein, socio del área legal e impositiva, advirtió oportunamente que para que se trate de una reforma completa “también deberían modificarse los tramos de la escala progresiva para que los mismos resulten acordes a la situación económica actual y la capacidad contributiva de las empresas y particulares”.
“De lo contrario, superado el nivel de imposición mínimo, una gran cantidad de contribuyentes seguirá tributando las alícuotas más elevadas que prevé la ley del gravamen”, aseguró Edelstein.
En tanto, Guillermo Fernández, coordinador de la Comisión Tributaria de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (Facpce), advirtió que “al no ajustarse los tramos de la escala de aplicación del impuesto, los ingresos mensuales que excedan los nuevos pisos salariales quedarán gravados con alícuotas elevadas”.
Desde el estudio Lisicki, Litvin & Asociados, Gabriela Rigoni, reforzó la idea al señalar que “de no modificarse el esquema, es más fácil que un empleado quede alcanzado por las alícuotas más altas, aún cuando obtenga los mismos ingresos reales que hace años atrás, porque el incremento nominal salarial quedó compensado -total o parcialmente- por el efecto inflacionario”.
Asimismo, Mario Volman, socio de Kaplan, Volman y Asociados, argumentó que “si la suba de las deducciones personales no se la complementa con la actualización total del esquema de alícuotas progresivas, habrá numerosas personas que saltarán de tasa debido a la actualización por inflación de las rentas sufriendo un mayor impacto del impuesto”.
Hernán Gilardo
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