En 2018, el salario más bajo alcanzado por el Impuesto a las ganancias sería casi un 29% superior al de este año, según pudo estimar La Nacion sobre la base de la variación de un índice salarial que, a partir del año próximo, definirá ajustes al esquema del impuesto. Así, de confirmarse el dato, tributarían los trabajadores dependientes que tengan un sueldo de, al menos, alrededor de $29.900 (netos) o $36.000 (en bruto). Si se trata de un asalariado que aplica deducciones por cónyuge (no debe tener ingresos o, de tenerlos, estos deben ser muy bajos) y dos hijos, entonces el salario más bajo sujeto al impuesto sería de alrededor de $39.500 (neto) o de $47.600 (monto bruto). A su vez, todos los alcanzados por el tributo tendrán un alivio en su carga. Esa es una consecuencia lógica del hecho de que una mayor parte de su ingreso será no imponible, es decir, quedará al margen de la aplicación de Ganancias.
En diciembre de 2016 el Congreso aprobó la ley 27.346, que dispone que, a partir de 2018, las variables que definen quiénes pagan Ganancias y cuánto tributan se ajustarán según la variación que haya tenido el índice de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) entre octubre de un año y octubre del año siguiente (en este caso, los períodos serían 2016 y 2017). El dato correspondiente al décimo mes de este año sería publicado este martes por el Ministerio de Trabajo, según lo previsto. Pero lo cierto es que, según fuentes consultadas por el matutino, la variación será similar a la obtenida en las últimas comparaciones anuales. Y eso llevaría a una suba de las variables de Ganancias cercana al 29%. Para quienes hayan tenido una recomposición salarial inferior a esa cifra, habría entonces una efectiva menor presión fiscal. Para los autónomos (que siguen pagando a partir de ingresos más bajos que los asalariados), también habría una mejora, que sería aún más perceptible en caso de aprobarse la reforma tributaria que pretende el Gobierno, ya que allí se contempla un alivio a la carga.