La AFIP quiere reemplazar el uso de efectivo a favor de los métodos de pago electrónico para las operaciones inmobiliarias, con un doble propósito: evitar la evasión y ofrecer seguridad para quienes deben trasladar los billetes.
Entre otras medidas, el organismo relanzará el cheque cancelatorio y subirá el tope máximo de las transferencias inmediatas; pero además ofrecerá beneficios impositivos para quienes utilicen estas alternativas a la hora de adquirir propiedades.
El mercado inmobiliario está signado de informalidad. En el sector reconocen que es una práctica común al negociar precios pactar un precio en efectivo con el vendedor y subestimar en la escritura el valor real del inmueble, otorgando "en negro" una parte del pago a los efectos de conseguir una rebaja. Por eso AFIP busca otorgar mayor trasparencia a este sector.
“En un principio habrá ventajas impositivas al uso de medios de pago electrónicos o desventajas tributarias para quien siga eligiendo el pago en efectivo”, revelaron fuentes de la AFIP.
“La idea es desincentivar mediante la carga tributaria al uso de efectivo para que paulatinamente la gente se acostumbre a los medios de pago electrónicos y a mediano o largo plazo se elimine esta alternativa de pago”, añadieron.
La decisión del ente recaudador se da en el medio de un repunte en el sector inmobiliario. En enero la cantidad de actos de escrituras sólo en la Ciudad de Buenos Aires subió un 80,5% respecto al mismo mes del año pasado, según el Colegio de Escribanos porteño.
“El traslado de dinero es inseguro y el comprador se expone a que le otorguen billetes falsos, porque a veces frente ante tanta cantidad se dificulta el control”, indicaron desde la AFIP.
Desde que Abad asumió al frente del ente recaudador, lanzó una cruzada “antiinformalidad” que va de la mano de la iniciativa del presidente del BCRA Federico Sturzenegger, de fomentar el uso de medios de pago electrónicos.
Para el titular de la AFIP “el uso de dinero en efectivo es la mejor plataforma para evadir”. El primer paso que dio la AFIP fue el uso generalizado de la factura electrónica. El segundo fue el débito automático obligatorio de las cuotas mensuales de los monotributistas y autónomos.
El tercero fue la obligación para comerciantes y prestadores de servicios de contar con una terminal Pos para que sus clientes puedan pagar con tarjeta de débito. Y ahora la AFIP ahora impulsa la “bancarización de las escrituras”.
Negociaciones
Ya hubo dos reuniones entre Abad, Mariano Flores Vidal, gerente General del BCRA y autoridades de los Colegios de Escribanos. “Nos plantearon la necesidad de que haya mayor transparencia en las operatorias y mayor seguridad para quienes tienen que mover dinero”, señaló Rita Menéndez, secretaria del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, quien participó de los encuentros junto con Esteban Urresti, vicepresidente de la entidad. “Lo ideal no es el cheque cancelatorio sino la transferencia inmediata, que hace aún más ágilla transacción”, agregó la escribana.El planteo del Colegio de Escribanos de CABA fue que se quite el impuesto al cheque de las operaciones para fomentar su uso en operaciones inmobiliarias. El cheque cancelatorio está exento de este tributo sólo si se emite desde una caja de ahorro y tiene como destino otra caja de ahorro.
Con cuentas corrientes de por medio, se aplica una alícuota del 0,6% al debitar el dinero y otro 0,6% al acreditarlo. Este fue el motivo por el cual el cheque cancelatorio, que se lanzó tras la crisis de 2001-2002 y fue relanzado por Mercedes Marcó del Pont, ex titular del BCRA, en 2010, no despertó interés en el mercado local y cayó en desuso.
“Estamos analizando eliminar esa carga tributaria al impuesto al cheque o aplicar una carga tributaria extra a quien siga eligiendo el efectivo”, sostuvo una alta fuente de AFIP. Una posibilidad que analizan es dar un incentivo a quienes opten por pago electrónico o recargo al que use efectivo en el Impuesto a las Ganancias.
Aunque en el ente recaudador hablan sobre “gradualismo” el objetivo último que persiguen es la eliminación definitiva del uso del efectivo en compra y venta de inmuebles. Pero si el Gobierno quisiera disponer la obligatoriedad del cheque cancelatorio como medio de pago debería primero solicitar al Congreso un cambio en el Código Civil.
”El Código Civil establece la entrega de una cosa, el inmueble, mediante un precio en dinero”, sostiene Menendez. “El cheque cancelatorio no puede ser obligatorio hoy porque no es dinero, aunque la transferencia sí”, añadió la secretaria del Colegio de Escribanos de CABA a Clarín.
Otra modificación necesaria que deberá llevar a cabo el BCRA es la suba del tope máximo de las transferencias inmediatas en operaciones inmobiliarias. En abril la autoridad monetaria elevó a $100.000 el monto que los bancos deben permitir a sus clientes que giren por medios electrónicos (cajeros, homebanking, celulares) por día en una sola transferencia.
Aunque algunos bancos elevaron el tope a $300.000. Las transferencias inmediatas son gratuitas para personas físicas pero para personas jurídicas no tienen costo hasta los $250.000.