El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se pronunció este miércoles sobre el proyecto oficial que el Ejecutivo enviará al Congreso para modificar el Impuesto a las Ganancias, y destacó que tendrá "un carácter retroactivo".
"La baja a la que esperamos se verá a partir del primero de enero", aseguró.
El funcionario, además, señaló que el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, será el encargado de presentar la iniciativa oficial en el Congreso, y que buscará seguir "en la línea de seguir haciéndolo más progresivo y más justo al impuesto", al tiempo que remarcó que hasta el momento el Gobierno realizó un "esfuerzo fiscal muy grande".
Al ser consultado por el mínimo que contemplará el proyecto para aplicar los descuentos, Peña evitó dar precisiones. "No quiero hacer especulaciones, tenemos que mirar el costo fiscal de un país que va por el camino de la gradualidad, pero que tiene un camino largo".
Ayer, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, anunció que que la iniciativa será enviada al parlamento "antes de fin de año". Fue luego de una reunión con mandatarios provinciales. "Le hemos comunicado a los gobernadores que antes de fin de año vamos a elevar al Congreso, un proyecto para la reforma del Impuesto a las Ganancias, en línea con lo que venimos trabajando y hablando con los gobernadores en los últimos meses".
El ministro descartó que la iniciativa se vaya a tratar durante este período de sesiones parlamentarias y dijo que "no van a dar los tiempos".
Claves del proyecto
Al poner la lupa en el proyecto próximo a oficializarse se observa que:
-Habrá un mayor número de personas que en 2017 estarán alcanzadas por la cuarta categoría del gravamen.
-Como contrapartida, un gran porcentaje de los que ya pagan abonarán un monto menor a partir del año próximo.
Un punto que no deja de hacer ruido entre los tributaristas consultados por iProfesional es la suba de 10 puntos porcentuales en la tasa máxima del esquema de tributación.
De prosperar el proyecto, la alícuota del último escalón pasaría del 35% a 45 por ciento.
De todos modos, los cálculos del Gobierno muestran que sólo el 1% de los contribuyentes que actualmente están alcanzados soportarán semejante gravamen.
¿Es inconstitucional una tasa del 45%?
La Corte Suprema se ha pronunciado en reiteradas oportunidades considerando que una tasa por encima del 33%resulta confiscatoria.
Sin embargo, en algunos casos no "opinó" lo mismo y en otros ha dejado dudas al respecto.
En este contexto, sus sentencias no pueden ser tomadas como una "regla" o como "jurisprudencia sentada" para todo tipo de situaciones, sin un análisis crítico adecuado.
Es más, los casos en los que consideró inconstitucional una alícuota semejante se referían a tributos provinciales y no a impuestos nacionales.
Además, recaían sobre bienes (a la herencia, inmobiliario rural y contribuciones de mejoras) y no sobre los ingresos.
En los casos señalados, las sentencias del máximo tribunal se sustentaban en la desproporción entre el gravamen y el uso del activo.
En particular, cuando el rendimiento que genera una explotación (económicamente eficiente) termina siendo absorbido en una proporción mayor al 33%.
Cuando se refirió al Impuesto a las Ganancias, los pronunciamientos de la Corte tuvieron vinculación con la falta de aplicación del ajuste por inflación.
Es decir, que se pague sobre valores ficticios, a raíz de la aplicación de la tasa del 35% sobre ganancias nominales pero que, en término reales, significan un porcentaje mucho mayor.
Esto último resulta de aplicación a las empresas, que pueden tener activos expuestos a la inflación y que son los que, en definitiva, originan las pérdidas que no resultan admisibles a los fines fiscales.
La falta de actualización de las escalas en todos estos últimos años ha sido fuertemente criticada, en virtud de que la tasa máxima del 35% prácticamente aplicaba a todos aquellos con sueldos o niveles de ingresos medios, tornándose sumamente "regresivo" el gravamen en su aplicación.
Claro que llegar a esa equidad no es tan fácil. Con un rojo fiscal mayor al previsto, el aporte de Ganancias a la caja del fisco sigue siendo un recurso del que el Gobierno no puede darse el lujo de prescindir.
Sobre todo cuando, tal como acaba de admitir Prat Gay, la velocidad a la que se reducirá ese agujero será menor a la que se había previsto.