Una de los mayores limitantes para ingresar al plan de pagos de deudas impositivas de 120 cuotas que lanzó la Administración Federal de Ingresos públicos (AFIP) es la obligación de mantener el número de empleados que se tenía a diciembre de 2014 durante los 10 años de vigencia del régimen.
Al respecto, el titular del organismo recaudador, Ricardo Echegaray, anunció que analiza distintas ideas para ajustar ese requisitocon el consenso del Ministerio de Economía.
A su vez, el subdirector general de Recaudación, José Bianchi, adelantó que el plan tendrá un sólo vencimiento y que será requisito para ingresar la adhesión al domicilio electrónico, algo de lo que habían comenzado a descubrir ayer quienes intentaron hacerlo.
Una de esas ideas en la que Echegaray dijo que se está trabajando es cómo tener en cuenta la estacionalidad a la hora de interpretar el concepto de nómina salarial.
Bianchi agregó que se estudia la posibilidad de dejar fuera de la nómina que se deberá mantener a los trabajadores temporarios, como eventuales o de la construcción, por ejemplo, tal como pasó en otros planes en los que se puso el requisito de conservación de la cantidad de personal.
Echegaray ejemplificó que, si estando en curso una desvinculación, el reemplazo no se produjo a tiempo para cumplir la letra del plan, esto se tendrá en cuenta para permitir igual el ingreso.
"Trabajamos con la idea de mantener la mayor cantidad de CUIT vivos con la mayor cantidad de CUIL de trabajadores activos", enfatizó Echegaray.
Bianchi, a la hora de las preguntas de los asistentes a una Jornada de Capacitación sobre la factura electrónica y el plan de pagos realizada por la AFIP ayer, tomó como sugerencia útil la posibilidad de que desde que se desvincula un empleado hasta que ingresa su reemplazo pueda haber un margen de 90 días.
Dijo que ese plazo que podría ser plausible, ya que existe para otros planes del Ministerio de Industria y también porque desde algunos sectores industriales comentaron que poner un operario ante una máquina implica tres meses de capacitación.
También se buscará definir mejor la obligación de estar al día los 10 años de la refinanciación con las declaraciones juradas y el pago de impuestos corrientes, para que el plan no se caiga.
Echegaray enfatizó que, aunque se estudia la reglamentación de esta cláusula, se debe tener en cuenta la pérdida de recaudación que significa el plan, la que alcanzaría $60.525 millones adeudados por 1.223.000 contribuyentes. De este total, $10.796 millones son deuda corriente de 2015.
El único vencimiento que tendrá el plan operará el 16 de cada mes (salvo que en el calendario respectivo aparezca algún cambio), y el 26 siguiente habrá un segundo intento de cobro pero con liquidación de intereses resarcitorios. La cuota impaga una sola se podrá rehabilitar el 12 del mes siguiente y luego se cae el plan.
Se pueden incluir en el plan deudas vencidas al 28 de febrero pasado y la adhesión es hasta el 31 de mayo, pero Bianchi se llevó como sugerencia la posibilidad de extender este plazo, a raíz de los muchos vencimientos que tienen pocos días después los contadores.
Echegaray fue enfático al afirmar que "se rechazará otorgar el plan a quienes tengan denuncias penales tributarias; sólo se aceptará a quienes hayan sido denunciados en su momento pero luego hayan obtenido un sobreseimiento firme".
Bianchi dijo, respondiendo a una pregunta, que se pueden presentar varios planes, pero recordó que por cada uno se deberá pagar la cuota mínima de 500 pesos.
Como en el plan se pueden incluir, además de obligaciones impositivas, aduaneras y de la seguridad social, y ajustes de inspecciones conformados por el contribuyente, deudas incluida en planes caducos al 28 de febrero pasado, Bianchi aclaró que basta con que a esa fecha se haya producido la condición de caducidad, aunque la AFIP aún no haya realizado el proceso para declarar caduco el plan.