Los principales bancos privados comunicaron a sus clientes empresas que desde el 1 de marzo cobrarán el 1% más IVA por depósitos en efectivo en sus cuentas. Unos pocos lo harán desde abril, mientras los públicos aún no fijaron qué posición tomarán.
En las notificaciones a las grandes compañías remarcan que, en caso de no aceptar la modificación, se cuenta con la posibilidad de rescindir el contrato sin cargo alguno antes de la entrada en vigencia del cambio. En algunos casos, el recargo es a partir de $10.000 depositados y en otros cualquiera sea el importe, con una comisión mínima de $80 más IVA.
Cuando alguien deposite en su cuenta, se le acreditará el 99% del total, ya que automáticamente le deducirán el 1%. O sea, no le cobrarán a quien deposite, sino directamente impactará en la cuenta de la empresa a la que se le depositará.
Por el momento, sólo será para personas jurídicas, mientras evalúan el impacto de trasladarlo a individuos.
Las empresas de cobranzas señalan que esto terminará impactando en la inflación, porque las empresas que puedan lo trasladarán a los precios. Si los supermercados deben pagar 1% más por depositar efectivo, ese incremento se podría ver reflejado directamente en las góndolas, con un impacto en los índices de inflación.
Por otra parte, desde el sector de las empresas de cobranzas advierten que algunas zonas del país, como ser la Patagonia, quedarán sin cobertura para realizar depósitos en efectivo: todo deberá ser por tarjeta de débito en sus locales, ya que es una zona complicada, al tener costos altos por parte de los bancos.
"Están llevando hacia un modelo bancario de prepo sin darnos tiempo para organizarnos y ver hacia dónde redireccionar los depósitos", se quejan representantes del sector, que están armando el mapa de escenarios.
¿A quiénes afecta esta medida? Según El Cronista, a los mayores depositantes de efectivo, que son los mayoristas, supermercados, estaciones de servicio de combustible, negocios de electrodomésticos, farmacias, recaudadores de servicios públicos.