El ministro de Trabajo, Carlos Tomada fue orador único ayer ante un plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo y Presupuesto y Hacienda de Diputados donde dio el informe final sobre el proyecto de promoción del trabajo registrado y prevención del fraude laboral que contempla una baja de aportes como incentivo y fuertes sanciones a los incumplidores. La participación del ministro de Trabajo fue, en realidad, un paso formal ya que ese proyecto después de haber sido aprobado en el Senado no tenía chance alguna de sufrir modificaciones en Diputados.
Tras la visita de Tomada, el kirchnerismo pasó a la firma el proyecto y emitió el dictamen que se convertirá en ley el próximo miércoles 21.
"El proyecto contempla, entre otras cosas, la creación de un registro de empresas que incumplen con las contribuciones; que al ser de estado público va a significar para las mismas una sanción social porque habrá una visibilidad mayor de las empresas que no cumplen", dijo ayer Tomada durante su exposición.
El ministro expuso durante 40 minutos en el plenario presidido por el jefe de la Comisión de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde, y luego respondió preguntas de los diputados. "Es necesario que el Estado nacional y las provincias cuenten con instrumentos para poder detectar casos de empleo no registrado y ejecutar sanciones", dijo el ministro sobre las expresiones de quienes criticaban la iniciativa como "de fuerte carácter sancionatorio".
Fundamentó también que "este proyecto no tiene nada que ver con las políticas laborales de la década del 90. Éstos no son los 90, por una cuestión de calendario y porque no son ésas las políticas que llevamos adelante, inventen lo que inventen o digan lo que digan".
Y le respondió a la oposición: "Muchos nos dicen: '¿Ahora se acuerdan?', a lo que respondemos que hace algunos años nadie hablaba del trabajo no registrado, porque la situación del empleo era dramática; por eso no se hablaba".