Luego de que "estallara" el acuerdo paritario, las autoridades de la Cámara de Comercio (CAC) y los representantes del sindicato que lidera Armando Cavalieri volverán a reunirse este lunes para discutir el último punto que puso en jaque lo convenido el lunes pasado, los adicionales para cajeros y otros trabajadores.
El pacto fue difundido con bombas y platillos desde la Casa Rosada que buscaba debilitar, así, el paro nacional organizado por las CGT opositoras de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Fue un acuerdo de palabra, pero por la velocidad en que querían cerrarlo no hubo tiempo de redactarlo y nunca fue firmado. Una jugada que ahora se les tornó en contra.
En principio no está en discusión el núcleo del acuerdo salarial, que consiste en un aumento de 27% en dos tramos (17% desde abril y 10% desde septiembre), más dos sumas fijas de $1.200 a pagarse en julio y en noviembre. Estas cifras se mantendrán inamovibles mientras se negocian mejoras en los adicionales.
"Estaba acordada la implementación del aumento, se había anunciado en Olivos y al día siguiente, cuando teníamos que redactarlo y firmarlo, insólitamente aparecieron nuevos pedidos que cambiaron el equilibrio que habíamos logrado", protestó el presidente de la CAC, Carlos de la Vega.
"Estalló el acuerdo, de eso no hay dudas. Estamos tratando de recomponer las esquirlas", sintetizó en radio Continental.
Consultado si el sector está en condiciones de afrontar los nuevos reclamos, el empresario definió: "No hay que ser absolutamente inflexibles, pero la paciencia tiene un límite. La gente de bien, cuando acuerda de palabra, suele mantener lo acordado".
Posr su parte, el secretario de Prensa de la federación mercantil, Angel Martínez, aseguró el domingo a la noche que las cifras pactadas con las cámaras "se mantienen inamovibles" y que desde hoy habrá reuniones para definir la mejora de esos adicionales. "Pero que no queden dudas: el acuerdo se firmará esta semana", agregó en diálogo con el diario Clarín.
Cavalieri negoció el aumento con la presión adicional de varias seccionales rebeldes, que reclamaban no firmar por abajo del 30% y que adhirieron al paro del jueves pasado.