"Más temprano que tarde". Esa fue la respuesta de un dirigente sindical cuando hizo la consulta sobre cuándo se subirá el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. La decisión de subirlo fue tomada en realidad hace aproximadamente un mes por la propia Cristina de Kirchner cuando dio la orden de acelerar las negociaciones paritarias, aceptando además que el incremento salarial sea superior al 25% que en algún momento había pensado el oficialismo como tope. La oposición de Hugo Moyano y la embestida sobre el tema del opositor Sergio Massa no daban lugar a mayores especulaciones sobre la suba del mínimo no imponible.
Al amparo de la aceleración de los cierres de las paritarias de los metalúrgicos de la UOM, los bancarios y otras actividades que están cerca de un acuerdo, como las terminales automotrices de SMATA, petroleros, gas y luz y fuerza, el Gobierno dio tranquilidad a los dirigentes gremiales al transmitir que la reforma de Ganancias estaba en curso. La última certificación fue hecha el martes por la noche luego que la Presidenta se reuniera con los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Economía, Axel Kicillof; los representantes de la Cámara de Comercio, Carlos de la Vega, y de la CAME, Osvaldo Cornide; el secretario de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo; de Comercio, Armando Cavalieri; y los responsables de ADEBA, Jorge Brito; de ABA Claudio Cesario, y de Abappra, Juan Forlón.
Sobre el momento exacto de la suba del mínimo en Ganancias y el monto a partir del cual donde se comenzará a pagar el impuesto también hubo señales. En la primera consulta, se aseguró que primero deben cerrar algunos gremios aliados como encargados de edificios, textiles, alimentación, telefónicos, Sanidad, viajantes de comercio, visitadores médicos y empleados públicos de UPCN, además de iniciar al menos las negociaciones con petroleros y camioneros. Luego será el momento del anuncio, que no sería más allá de junio y antes del pago del medio aguinaldo. Además, se prometió, será retroactivo.
Sobre el monto al que se lo llevará, las aclaraciones vinieron con la promesa de que los trabajadores no tendrán pérdida de su poder adquisitivo. Esto implica que el alza será de aproximadamente un 28% o 29%, llevándolo a una cifra cercana a los $19.000 mensuales, señala Ámbito Financiero. También el ministro de Economía deberá evaluar la alternativa de modificar definitivamente la presión del tributo por una ley que debería tratar el Congreso.
El monto definitivo dependerá de los cálculos finales que el propio Kicillof haga. El propio ministro explicó en un momento de la reunión que el motivo de la mejora no sólo es político (las presiones de Moyano-Massa), sino además económico: los trabajadores deben al menos empatarle a la inflación en cuanto al poder adquisitivo para sostener el consumo interno. Habrá otro tema sobre el que avanzará el Gobierno este año más rápido que otros ejercicios: la mejora del mínimo vital y móvil. En este caso, hasta ahora, no fue una de las banderas de Moyano. Actualmente se encuentra en los $3.600 y la intención del Gobierno es llevarlo lo más cerca posible de los $4.300 mensuales. El anuncio se hará también antes de junio.