El Impuesto a las Ganancias quedó tan distorsionado que trabajadores de la misma categoría y con el mismo sueldo pueden estar exentos de pagar el impuesto mientras otros pagan más. Más extraño aún: trabajadores que hoy ganan menos que en 2013 siguen pagando Ganancias y otros que cobran mucho más no pagan nada.
Esta distorsión, que quiebra el principio de generalidad, igualdad y proporcionalidad del Impuesto a las Ganancias, se debe a que, al no actualizar el Gobierno este año el mínimo no imponible y demás deducciones de 2014, “se están produciendo inequidades entre los trabajadores que obtienen el mismo sueldo mensual”, señalan a Clarín el especialista Marcelo Domínguez, docente de la materia Tributación de la UBA.
Además, esta falta de actualización del mínimo no imponible está llevando a que más trabajadores queden alcanzados por este impuesto y los ya alcanzados pasen a pagar mucho más. Y distorsiona los acuerdos en las paritarias porque una parte del incremento salarial acordado va a parar a la AFIP.
Esa situación se debe a que, por un decreto del año pasado, a partir de septiembre para determinar lo que se debe pagar de Impuesto a las Ganancias se considera lo que el trabajador ganó -en promedio- entre enero y agosto de 2013. Así si cobró menos de $15.000 de sueldo bruto, no paga en adelante Ganancias aunque en los meses siguientes pase a ganar más. Y viceversa: si cobró más de $15.000 entre enero y agosto de 2013, sigue alcanzado por Ganancias aunque ahora cobre menos.
Estas inequidades está complicando además la liquidación de los sueldos por parte de las empresas por “lo dificultoso de ingresar en un sistema de cálculo automático semejante cantidad de variables”, Y obliga a realizar el cálculo trabajador por trabajador para confirmar cada situación particular en función de la situación salarial del año pasado, según la contadora Trinidad Bergamasco, de la Comisión Asesora del Consejo Profesional de Ciencias Económicas.