La Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) impulsa una modificación a la normativa vigente para ampliar las capacidades de los inspectores que controlen comercios, para facilitar las inspecciones a posibles evasores en la provincia.
Una de las iniciativas, según fuentes del gobierno, busca dar mayores potestades a los inspectores "para controlar la no emisión de facturas o tickets en el seguimiento de la evasión".
Así, los fiscalizadores no tendrán que contar con el cliente que no recibió el comprobante de venta como testigo para clausurar un comercio.
ARBA también planea que las imprentas que fabrican facturas y comprobantes pidan a sus clientes la inscripción como contribuyente de Ingresos Brutos y actúen como responsables solidarios.
Asimismo, intentan avalar las clausuras automáticas de comercios que figuren como baldíos en los registros oficiales y promover un intercambio automático y constante de información entre la Provincia y los municipios sobre nuevas construcciones.