A fines de noviembre último, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció una decisión que iba a implicar un giro de 180 grados para la industria automotriz: el envío al Congreso de un proyecto de ley para "castigar" la venta de autos de alta gama. 

Pasó poco más de un mes desde que el Gobierno le lanzara ese balde de agua fría a las automotrices hasta que finalmente la ley fuera oficializada, tal como sucedió este martes tras su publicación en el Boletín Oficial. 

Cabe recordar que la normativa estipula dos alícuotas: una del 30% -para los 0Km que a precios de fábrica salen a $170.000- y otra del 50% -para unidades que coticen por encima de los $210.000-.

Claro que, en términos reales, por la propia naturaleza de este tributo, las tasas serán considerablemente más elevadas.

Lo cierto es que la medida tomó por sorpresa a los jugadores del sector. De hecho, desde la Asociación de Concesionarios (ACARA), tenían previsto que la normativa entrara en vigencia recién a partir del 8 de enero. Incluso, directivos de terminales confiaban en que el Gobierno diera marcha atrás con esta decisión a último momento. Pero nada de esto ocurrió. 

En este contexto, lo que se advierte es un claro "descontrol de precios" dado que, por le momento, no hay una lista oficial de cotizaciones que sirva como referencia en el mercado. Sucede que los valores que todavía consigna ACARA no contemplan el "impuestazo", lo que implica que, para el segmento de alta gama, carezcan de toda validez.  

Así las cosas, hoy nadie en la industria toma las cifras oficiales como referencia a la hora de hacer transacciones. 

A "desempolvar" el inventario
Ya desde el lunes pasado y tras un largo período de "parálisis", el mercado intentó recuperar cierta "normalidad". 

En efecto, luego de un mes en el que automotrices y concesionarios de alta gama "estoquearon" su inventario para no descapitalizarse, en los últimos días comenzaron a "desempolvar" sus unidades pero con una "amarga" novedad para los clientes: las listas de precios llegaron con ajustes que llegan a casi el 60%.

En buen romance, si bien todavía ACARA no cuenta con un listado oficial, las compañías del sector ya iniciaron 2014 con fuertes ajustes como respuesta al "mazazo tributario".

Así las cosas, salvo algunas marcas que optan por seguir "guardando" el stock hasta definir el nuevo esquema de valores, en general las principales automotrices ya están ofreciendo todo su portfolio pero con los precios "de estreno".

En el caso de Kia, a fines de noviembre ACARA fijaba el valor de una Sportage 2.4 con tracción 4x2 a unos u$s50.900. Al tipo de cambio de ese momento, esta unidad cotizaba a $308.500.

Sin embargo, el responsable de ventas de una agencia de Núñez confirmó que esos valores ya no corren más: en la actualidad están comercializando esa versión a u$s74.900.

Este salto de precios -que incluye el impuestazo y la devaluación acumulada de las últimas semanas- lleva el valor de este SUV al equivalente de $486.900, es decir un 58% más que hace apenas un mes.

En el caso de la marca de los anillos, en noviembre era posible encontrar la versión A1 TFSI 3 puertas por un valor cercano a los $209.000.

Sin embargo, desde una agencia oficial ubicada en Caballito ya están estrenando los nuevos valores: la versión entry level del "chico" de la casa alemana se está ofreciendo a $290.550.

Es decir que, por el efecto del "mazazo tributario" más el fuerte ritmo que el BCRA le imprimió al dólar en las últimas semanas, esta unidad se encareció en más de $80.000, lo que representa un salto de casi 40%.

En tanto, en un concesionario oficial BMW de la zona norte del Gran Buenos Aires, el responsable de ventas confirmó a este medio que "los precios sufrieron un aggiornamiento".

Así las cosas, en noviembre era posible encontrar un Serie 1 116 i con 136 caballos, sin luces xenón ni techo solar, al equivalente de $280.600.

En la actualidad, el precio que se está manejando es de $368.000, es decir, un incremento del 31% en pesos en apenas cinco semanas.

Sin embargo, el directivo advirtió que en el transcurso de los próximos días, las cotizaciones sufrirán otro ajuste para adecuar los valores definitivamente al nuevo escenario "post impuestazo". 

Otro panorama se observa en las agencias no oficiales, las cuales fijan sus propias políticas y se manejan de manera independiente en relación con las automotrices.

Al tener menos espaldas financieras, estas agencias están aplicando subas considerables.

En el caso de un concesionario multimarca de Capital, está ofreciendo un A3 2.0 Triptronic con pack Alcántara a unos $545.000.

Considerando que esta misma unidad un mes atrás cotizaba a poco menos de $278.000, esto implica que dicho modelo registró un salto del 96%.

Otra agencia multimarca de Ciudad de Buenos Aires está comercializando un BMW 328 i versión Luxury a unos $680.000.

Teniendo en cuenta que este mismo modelo tenía un valor consignado por ACARA equivalente a $441.350 en noviembre, esto significa que en unas pocas semanas su precio pegó un salto del 54%.

Un 2014 con nubarrones
Desde ACARA, Bomrad alertó que el escenario se presenta sumamente complejo para los jugadores del sector, por un cóctel que conjuga restricciones a la oferta, nuevos impuestos, devaluación y pérdida de poder adquisitivo.

En primer lugar, el directivo mencionó el fuerte impacto en la oferta de vehículos que tendrá la exigencia oficial por la cual las automotrices están obligadas a importar un 20% menos durante el primer trimestre del año.

Al respecto, Bomrad alertó que podrán verse afectados algunos vehículos fabricados en el Mercosur y que figuran entre los 10 más vendidos de la Argentina, como es el caso del Gol (Volkswagen), EcoSport (Ford) o la Duster (Renault).

Frente a esto, Dante Sica, director de la consultora Abeceb, destacó que "la restricción alcanzará también a vehículos de gama media y baja, pese a la advertencia de las autoridades de no desabastecer esos segmentos. En ese caso, difícilmente podrán quedar exentos los vehículos de origen brasileño, proveedor de dos terceras partes de nuestras importaciones".

Cabe destacar que la exigencia de restringir las entrada de autos al país tiene como objetivo achicar un déficit que en 2013 habría alcanzado los u$s8.000 millones.

Párrafo aparte, el directivo de ACARA alertó sobre el posible fin del "círculo virtuoso de crecimiento" que empujó al sector, de la mano de precios que corrieron muy por debajo de los salarios.

"Durante años vimos cómo los ingresos crecían por sobre los ajustes que sufrían los autos. Esto le daba un fuerte impulso al mercado. Si se revierte esta tendencia, claramente no vamos a tener las tasas de crecimiento que vimos hasta ahora", sentenció.

En efecto, en los últimos períodos los valores de los 0Km recibían ajustes cercanos al 15%, unos 10 puntos por debajo de las mejoras en las remuneraciones e inflación. 

Sin embargo, todo este combo que incluye devaluación, caída de la oferta y suba de impuestos, podría llevar a que los vehículos se encarezcan un 30%, es decir, varios puntos por encima del "número mágico" que busca imponer el Gobierno para los salarios.

Incluso, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, trazó un diagnóstico más duro y anticipó que todo el mercado de 0Km sufrirá un aumento de precios promedio del orden del 40%. 

Paralelamente, hay otro tema que preocupa al sector: "Los segmentos de más alta rentabilidad serán los más afectados, lo que permite prever menores ganancias en terminales y concesionarios tanto por escala como por márgenes", advirtió Sica.

Frente a esto, Bomrad estimó que las automotrices y agencias no tendrán tanto margen para lanzar agresivas promociones y bonificaciones, tal como venía ocurriendo hasta ahora, algo que podría resentir aun más las ventas.

Frente a esto, el economista Gonzalo Dalmaso, de Abeceb, consideró que el mercado en general, producto de un achicamiento de la oferta y de un menor poder adquisitivo en términos reales, frente al avance de los valores de los vehículos, tendrá un 2014 marcado por nubarrones.

"Prevemos que todas estas medidas restrictivas generen una caída en el nivel de ventas de casi 9%, lo que reduciría el nivel de patentamientos hasta las 870.000 unidades, lejos del millón de vehículos que hace tiempo se quiere alcanzar", sostuvo.

Preocupación para la industria
Desde el punto de vista productivo, Sica detalló que las restricciones a las importaciones "posiblemente puedan mejorar el posicionamiento en el mercado de algunos modelos nacionales, especialmente los de gama media, donde en 2013 hubo lanzamientos importantes como el Citröen C4 Lounge y el Nuevo Ford Focus".

Sin embargo, lo que mete preocupación es que la ley no incluyó ninguna cláusula de actualización de las alícuotas, de modo que las versiones tope de gama de estos modelos de fabricación nacional pasarían a ser víctimas del "mazazo tributario".

Sin embargo, este no es el único riesgo: desde Abeceb advirtieron que, en caso de que las medidas se prolonguen y los vehículos brasileños se vean afectados, entonces se podrá esperar que el gobierno de Dilma Rousseff "inicie acciones de reciprocidad contra la Argentina y terminemos perdiendo inserción en el principal mercado de destino de nuestra industria, como ya ocurrió".

Frente a esto, Sica recordó que en Brasil "hasta ahora hay un cúmulo de anuncios de inversión para el sector automotriz por más de u$s20.000 millones en nuevas plantas y ampliaciones de capacidad".

En cambio, alertó que "la Argentina evidencia una mayor preocupación en el saldo comercial de corto plazo que en una política de desarrollo industrial de largo".

Así las cosas, no descartó que todo este combo ponga en juego la futura asignación de plataformas exclusivas para la industria nacional, lo que equivale a decir que habrá menos producción y menos empleo.