El fin de la factura en papel abre la puerta a la declaración jurada de IVA proforma. Es decir, si la AFIP conoce los débitos y los créditos de un contribuyente puede enviarle una liquidación con la información que posee y el responsable de IVA dirá si está o no de acuerdo con lo determinado por el organismo. Como primer paso, se apunta a la sustitución del actual régimen informativo de compras y ventas por el que se denominará Libro de IVA Digital, que si bien permite al contribuyente consultar en tiempo real su facturación y la de sus proveedores, con igual detalle lo conoce la AFIP.
De momento hay que seguir cargando datos en el actual régimen de IVA compras y ventas que se presenta con la declaración jurada de Como objetivo fibal, se apunta a reunir en una misma presentación la determinación de IVA e Ingresos Brutos. Así el intercambio de información reportará al Fisco si existe simetría entre lo declarado a nivel nacional y provincial. Claro está que con el IVA es más complejo, porque no siempre las bases imponibles de uno y otro impuesto coinciden y, a la vez, habría que unificar vencimientos y resolver cómo declarar cuando el Convenio Multilateral está en el medio, en particular con las pymes, señala Ámbito Financiero.