Cuando se creó la factura electrónica fue para tratar de erradicar el flagelo de las facturas apócrifas que permiten evadir el IVA y mantener toda una economía en negro.
Sin embargo, entre abril y julio se detectaron usinas de facturas electrónicas truchas en Río Cuarto y Rosario, con mega causas judiciales y miles de empresas y comercios usuarios de los documentos falsos. Por este motivo, el titular de la AFIP, Alberto Abad, anunció, en una conferencia el miércoles en la UBA, que habrá cambios en los controles de este tipo de facturación sin papel.
Se trataría de mejoras informáticas para que no se pueda enmascarar la dirección IP de la cual parten las facturas electrónicas, y en general, de la seguridad para seguirles el rastro.
Abad, al ser consultado por los detalles de los cambios, no quiso adelantarlos. Las investigaciones empezaron a salir a la luz en abril pasado, luego de que la AFIP allanara 24 domicilios en la localidad de Río Cuarto y alrededores y lograra así desarticular una usina de facturas electrónicas apócrifas con las que se habría evadido $ 90 millones.
La maniobra se descubrió luego de analizar cruces sistémicos de información a partir de los cuales se detectaron a contribuyentes sin la suficiente capacidad económica que justifiquen ventas. Por ejemplo, un sólo contribuyente estaba inscripto en 15 actividades económicas.
Además los funcionarios de la AFIP analizaron toda la facturación web donde consta la IP de cada computadora desde donde se facturó y descubrieron que muchas pertenecían a estudios contables.
Esta organización, de las que participan al menos 30 personas, facturó por más de $300 millones sólo durante 2016.
Más reciente, el 5 de este mes, la AFIP realizó un operativo que permitió desbaratar una organización que se dedicaba a generar comprobantes de compras y gastos falsos que fueron adquiridos por más de 6500 empresas y comercios de todo el país. A partir de esta maniobra se evadieron $ 2500 millones.
La banda se dedicaba a armar empresas con personas insolventes, facturando con 72 CUIT distintos y con diferentes modalidades de facturas apócrifas que incluyen comprobantes en papel, electrónicas, tickets, emisiones por controladores e impresoras fiscales.
La causa se originó a partir de una investigación que comenzó en la Subdirección General de Operaciones Impositivas Metropolitanas de la AFIP y se trabajó en conjunto con la Fiscalía Federal 3 a cargo del Federico Reynares Solari de Rosario. Luego de tareas de inteligencia desarrolladas durante meses y mediante la intervención del Juzgado Federal 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros se realizaron los allanamientos, dijo un comunicado de AFIP.