El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, anunció este miércoles que el organismo de recaudación ya destinó más de un centenar inspectores para controlar las compras que se realizan a través de Internet, en el país y en el exterior.
El fisco apunta a investigar en los sitios donde se venden productos y a partir de las direcciones web, rastrear los lugares donde se entrega la mercancía y corroborar si efectivamente esos locales funcionan en regla, si se venden bienes que entraron por contrabando y si tienen la situación fiscal en regla, aseguró el funcionario.
Las declaraciones se hicieron en el marco del 4° Foro de tecnología e innovación de la Organización Mundial de Aduanas que se realiza en Buenos Aires. El encargado de dirigir las inspecciones a las compras online es el director general de fiscalización, Horacio Curien.
Las compras en Internet permiten eludir los pagos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), derechos a las importaciones y contribuciones patronales, entre otros tributos. Este tipo de operaciones también son una de las principales causas por las cuales salen dólares del país.
Respecto a la modalida de compra, las oficinas de los correos en muchos casos están saturadas y ya dejaron de llevar los productos a las casas y los receptores tienen que ir al despacho de la compañía postal para retirar sus bienes.
Las personas no sólo traen productos del exterior, que en algunos casos aún con la alícuota del 20% a cuenta de Ganancias son más baratos que adquirirlos en el país, sino también compran bienes locales porque es más económico realizar la transacción vía web, que ir a algún local.
Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior, explicó en el marco del seminario que todos los productos que se compran por Internet del exterior pasan por el Banco Central, que es el que gira los dólares para concretar la operación, y por la Aduana, que controla qué hay en esos paquetes.
Las alícuotas que tienen que pagar los importaciones minoristas depende del personal de Aduana y del courier, porque no existe un criterio preciso sobre cuánto se paga por un mismo producto. En la AFIP prometen que el tema ya está en estudio y apuntarían a aplicar un criterio más homogéneo sobre los impuestos que hay que pagar en este tipo de operaciones.